Rocío Dolader: «Cuando salimos de fiesta, me siento más segura en Tanzania que en Madrid»

Rocío Dolader es una joven madrileña, de ascendencia caspolina, enormemente comprometida con el mundo que le ha tocado vivir. Ha estado durante 3 meses trabajando en un precioso proyecto en Tanzania, intentando capturar con su retina y su cámara una visión de la realidad enormemente distinta a la que, en este primer mundo, disfrutamos (o sufrimos). Cuando su aventura toca a su fin (por ahora) nos concede una entrevista para contarnos su experiencia y la de su ONG, Progress for África. Asumimos el reto con mucha ilusión y mayor gratitud hacia Rocío y su familia, la que deja en África y la que la espera en Caspe/Madrid.    

  • De Madrid, gran urbe, uno de los emblemas de la vieja Europa desarrollada, a Tanzania. El cambio es, cuando menos, brusco. ¿Qué te llevó a tomar la decisión y por qué elegiste en concreto Progress for Africa para tu labor de voluntariado?

En 2012 viajé un mes a Camerún para hacer una labor de concienciación y cooperación por todo el país. Me marcó y supe que tenía que volver a este continente. Cuando decidí que quería estudiar comunicación audiovisual vi claro que mi trabajo de fin de grado tenía que ser un documental en algún lugar de África, se lo comenté a mis compañeros de carrera y desde ese momento compartieron mi ilusión por este proyecto, así que nos vinimos los cuatro a hacer nuestras prácticas y grabar el TFG. No buscaba nada en concreto, simplemente esperaba sentirme igual de a gusto que en Camerún, aprender una cultura nueva, convivir con gente de otro país… me encanta viajar y conocer sitios nuevos, y tenía claro que iba a ser una experiencia inolvidable. Elegí Progress for Africa porque un amigo con el que fui a Camerún es voluntario de esta ONG, me habló del proyecto y me encantó.

  • Sitúanos. ¿Cuál es el régimen político en Tanzania? ¿Y el credo dominante? ¿En qué se basa su economía?

Es una república parlamentaria. El 45% son cristianos, el 35% musulmanes y el 20% de religiones indígenas, aproximadamente. La economía de Tanzania se basa principalmente en la agricultura, aunque ahora también recibe mucho dinero del turismo, porque aquí está la isla de Zanzíbar, el Kilimanjaro y parques nacionales como el Serengueti o el Ngorongoro

  • Un ligero vistazo a la web de PfA basta para intuir que no estamos ante una ONG al uso. Existe, o al menos esa es mi impresión, un deseo de construir, de educar, de mejorar la vida de los tanzanos, de dotarlos de las herramientas necesarias para su progreso, sí, pero sin ese paternalismo del que, tal vez, pecan otras organizaciones. ¿Lo crees así? ¿Cuál es la estructura organizativa de PfA? ¿Cuál es su trayectoria y cuáles sus principales proyectos?

Progress for Africa tanto en España como en Tanzania nace de la ilusión de un grupo de jóvenes por cambiar las cosas. Poco a poco, trabajando juntos, vamos buscando la mejor forma de organizarnos: el equipo tanzano es el management team de la ONG tanzana, y en España nos dividimos en comisiones de trabajo con una cabeza de coordinadores+ management team de la ONG española. En cuanto a trayectoria y proyectos, al principio PfA Tanzania colaboraba con escuelas, dispensarios y proyectos de construccion locales; cuando en 2016 se creó la ONG en España como punto de apoyo logístico, institucional y financiero, se empezó el primer proyecto propio de la ONG: Chagua Maisha, que alberga diferentes proyectos en un mismo lugar: escuela de preprimaria, campamento deportivo por las tardes y espacio público para adultos.

  • En vuestra web os definís como una organización «aconfesional y apolítica». ¿Créeis que Religión y Política son malas compañeras para desarrollar un trabajo efectivo de voluntariado? ¿Cuáles son, por tanto, vuestras vías de financiación?

No creemos que religión y política sean malas compañeras. Simplemente cuando empezamos a reunirnos y a trabajar, nos dimos cuenta de que cada uno de nosotros tenía opiniones políticas y religiosas muy diferentes, y optamos por aclarar lo que somos de esa forma para que nadie se sienta excluido. En cuanto a la financiación,
nos financiamos a través de donaciones privadas, de la plataforma teaming y de premios y concursos financiados por la responsabilidad social corporativa de ciertas empresas privadas.

  • A nivel personal, qué objetivos buscabas cuando te planteaste dejar la comodidad y el calor del primer mundo para sumergirte en un país y una cultura en un estado de desarrollo notablemente inferior al que tenemos en España?

No tenía grandes objetivos más allá de grabar el documental y empaparme de este país. No venía con expectativas pero porque era consciente de que no podía imaginarme cómo iba a ser esto. Simplemente vine con el objetivo de aprovechar cada segundo, disfrutar y aprender, y he cumplido de sobra. 

El año pasado estuve 5 meses estudiando en Chile y antes de irme me imaginé mil situaciones que luego no se dieron (aunque se dieron otras mucho mejores) y eso me enseñó a no esperar nada, a abrir la mente y los brazos a lo que venga.

  • Tu padre, José Manuel, es una persona enormemente activa y luchadora por los derechos de las personas socialmente más desfavorecidas o incluso excluidas. Cabe recordar que es uno de los fundadores de ASADICC, en Caspe, y que en la actualidad dirige una emisora, labarandilla, en Madrid, en la que se abordan sin tapujos asuntos casi tabús como las enfermedades mentales y el suicidio. ¿Su lucha te ha servido de estímulo o de modelo?

Desde luego. Mi padre como dices es un firme defensor de los derechos de las personas más desfavorecidas. Mi hermana estudió educación social y ahora trabaja con mujeres maltratadas (además ella fue a Mali y Senegal con el mismo proyecto con el que 4 años después yo fui a Camerún; si no hubiese sido por ella yo a lo mejor no habría viajado aún a África) y mi madre es la mejor persona que conozco, siempre dispuesta a ayudar a todo el mundo aunque ella tenga mil cosas que hacer.

Mis padres siempre me han apoyado en todo y creo que se sienten muy orgullosos de lo que mi hermana y yo hacemos, así que desde luego que los tres son una motivación y sobretodo una inspiración. Ver la ilusión y el esfuerzo que mi padre pone en sus proyectos me hace ver que de verdad se pueden cambiar las cosas, y que si quieres algo tienes que luchar por ello.

  • Si no me equivoco, el proyecto en el que has trabajado es la construcción de un colegio en un barrio de las afueras de Arusha, que permite escolarizar a 26 niños. ¿Cómo habéis llevado adelante esta meta? ¿Con qué ayuda habéis contado? ¿la clase política de allí colabora con vosotros o, más bien, se muestra recelosa?

Con mucho trabajo y esfuerzo de todo el equipo, tanzano y español. Además del equipo, hemos contado con financiación externa de particulares y concursos, y con el asesoramiento de expertos en algunos campos como el legal o el financiero. De momento, la clase política participa cuando lo solicitamos y se muestra bastante abierta a colaborar.

  • ¿Cuál es tu día a día en Tanzania?

Nunca existe un día igual que otro aquí. La monotonía en Progress for Africa no se conoce, y eso es algo que me encanta de esta ONG. Hay días en los que nos levantamos a las 5.30 de la mañana para grabar a niños yendo al colegio (el documental que estoy grabando es sobre las largas distancias que los niños tienen que recorrer desde sus casas al colegio, en el barrio de Born City). Después desayunamos y dos días a la semana damos clase de comunicación a los voluntarios locales. Después vamos al centro a comprar cosas para el colegio si se necesitan, o vamos al terreno a cavar para poner la nueva valla, o pintamos el colegio, arreglamos el patio, lo que ese día sea necesario. Después comemos y vamos a grabar algunas entrevistas y a las 4.30/5 vamos al summer camp (el campamento deportivo que hacemos en el cole para toda la gente del barrio). Ya en casa cenamos y algunos días tenemos meeting para ponernos al día, otros vemos una película o simplemente nos quedamos en la terraza charlando y jugando al mús

  • ¿Queda tiempo para el ocio? o, mejor, ¿hay lugares allí en los que una chica joven pueda divertirse sin correr ningún tipo de riesgo?

Claro! Siempre queda tiempo para el ocio. Aquí hay varias discotecas y con un ambiente increíble, la gente tanzana baila de maravilla, qué envidia! Nosotras salimos de fiesta sin ningún problema, obviamente hay que tener cuidado y no te puedes mover sola, siempre que hemos salido de fiesta ha sido acompañadas de los locales. La gente tiene una percepción muy equivocada de estos países (a mí amigos míos me han llegado a preguntar si de verdad aquí hay discotecas!), puedes salir a bailar y pasártelo bien sin que pase nada. Es cierto que en todo momento tienes que ser consciente de dónde estás, y existen riesgos, pero por desgracia me siento más segura en Tanzania saliendo con locales que en Madrid cuando tengo que volver sola a casa a las 05.00 a.m.

  • Tengo curiosidad. ¿Cómo has vivido desde allí, si es que has tenido tiempo e información, la crisis que ha originado el asunto de la independencia de Cataluña? ¿Comentáis el tema o, más bien, tenéis cosas más importantes en las que pensar?

Durante un par de días fue un tema bastante comentado, porque la mayoría de voluntarios somos españoles y además una es catalana, pero hablábamos del tema entre risas y con una cerveza en la mano. Todos coincidíamos en que la actuación por parte del gobierno no fue la adecuada y cada uno daba sus opiniones, siempre con respeto y entre bromas.

  • Acaba ahora tu periplo por tierras africanas. Hora de volver a casa. ¿Qué balance haces de tu experiencia en Tanzania? ¿En cuanto ha cambiado la Rocío que se marchó respecto a la que regresa? ¿Ha merecido la pena?

Ha sido una experiencia maravillosa, he aprendido muchísimo de la gente de aquí y de su cultura. He aprendido a tener paciencia y tomarme las cosas con calma, porque aquí llevan mucho el «pole pole», que podríamos traducir por «con calma», te dicen que vienen en 5 minutos y aparecen en 45, o quedas con ellos a las 9 de la mañana y aparecen a la 1 del mediodía, al principio era desesperante (jajajaja). He convivido durante tres meses con gente maravillosa y admirable de la que aprendía cada día. He visto cosas que me han impresionado mucho y me han hecho reflexionar. Yo sigo siendo las misma, con los mismos valores y pasiones, pero con más vivencias. Todos los buenos viajes deberían marcar, y a mí este me ha marcado mucho. Desde luego ha merecido la pena, he echado mucho de menos a mi familia, mi novio, mis amigos, las croquetas y el queso, pero me sale una sonrisa de oreja a oreja al acordarme de todo lo que he vivido. Vuelvo feliz, enamorada de este país y con ganas de recorrer todos los rincones de este maravilloso continente

  • Acabamos. ¿Cómo te manejas con el suajili? Íbamos a decirte que tradujeras a ese idioma algunas palabras caspolinas, como milorcho, fenollo o recorrrilencia, pero creemos que sería pedirte demasiado. Sí que nos gustaría, ya que esta entrevista la van a leer mayoritariamente en Caspe, que nos mandaras un saludo en dicha lengua. ¡Anímate!

Esas palabras no sabría traducirlas, primero tendría que preguntarle a mi padre qué significan (jajaja) 
Los primeros días me parecía un idioma imposible. Pensaba que no iba a saber comunicarme con nadie. Pero tengo que admitir que no se me da mal, me defiendo; al principio parece muy complejo, pero es bastante intuitivo. Lo mejor son los saludos, aquí todo el mundo por la calle te saluda y puedes estar durante 5 minutos diciendo distintas palabras solo para decir: «Hola, qué tal?» «Bien y tú?». Es increíble. Voy a echar mucho de menos ir por la calle y saludar a la gente. Aquí son muy cercanos y envidiablemente simpáticos.

Asante sana y karibuni sana!  (Muchas gracias y sois bienvenidos)

Modesto
Fotos: Rocío Dolader
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