Un paseo por los jardines de la Colegiata hace escasos días nos ha permitido comprobar que por fin se ha terminado de adecentar la parcela en la que el Proyecto Ciudadano colocó hace un par de años la escultura de la Rosa de los Vientos, obra del caspolino Pablo Morales.
Hasta hace poco lucía de esta guisa, para bochorno general.
Antes
La obra ha consistido en limpiar bien la parcela, cerrarla mediante una balaustrada de metal, del mismo tipo que la que luce en todo el conjunto Castillo-Colegiata y señalizar la escultura de Pablo.
Ahora
Resta por saber qué va a pasar con el otro proyecto, el de la escultura de Carlos Izquierdo representando el Compromiso de Caspe.
Pero, por ahora, felicitémonos por este avance. Ya solo falta que el jardín, para que lo sea de verdad, tenga flores… y que los tontos de siempre no las arranquen.
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