“Desde hace años, los Ayuntamientos españoles están realizando grandes esfuerzos para desarrollar servicios centrados en las necesidades de la ciudadanía y las empresas. Y dentro de este marco, donde las entidades locales intentan lograr un modelo sostenible de competencias y financiación, existe una aplicación progresiva de las tecnologías de la información que ha permitido incrementar la disponibilidad online de los servicios públicos logrando reducir la brecha digital existente entre la ciudadanía y las entidades locales, facilitando así el acceso y uso de los servicios municipales”
Estudio Comparativo 2011 de los Servicios Públicos online en los 20 mayores Ayuntamientos españoles (Abril 2011),en http://www.informeeespana.es/docs/Estudio_Comparativo_Ayuntamientos_2011.pdf
Yo venía a hablar de mi pueblo y me encontré con este interesante estudio. No sé si han visitado alguna vez la página web oficial de nuestra localidad: www.caspe.es. Habrán visto que hay una encuesta en la página principal titulada así: ¿Te gusta nuestro nuevo portal web? Ya sé que esto puede resultar gracioso, por lo de nuevo, y seguramente las más de 5.000 visitas mensuales también se partan el pecho al ver que a 1.684 personas (casi 2/3 de los participantes aunque ponga un 0 % !!!) tampoco les gusta nuestro “nuevo” portal web. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que la página no está al día, y además, no gusta. Y si no nos gusta a nosotros, que somos de aquí, imagínate a los turistas…. y aquí quería llegar yo.
La administración electrónica no para de avanzar. Los servicios y trámites se han agilizado y el uso de las nuevas tecnologías por parte de la población no deja de aumentar (os recomiendo el ilustrativo video de la fundación telefónica)
No es el futuro, es el presente, y nuestra web es del pasado. Nuestra brecha digital es grande, aunque no insalvable; somos un ayuntamiento pequeño y las cosas se van haciendo, aunque nos queda mucho por mejorar. Otro tema es el turismo.
No hace falta estudiar mucho para saber que los turistas nos encuentran en la web (aproximadamente el 70 % de los turistas se informan previamente en la web del destino que quieren conocer), y la primera impresión, ya sabemos que es la que cuenta en estos casos, no debe ser muy buena. Y eso no es nada bueno.
Aunque eso no es lo más grave. Podríamos tener una web maravillosa, llena de fotografías y vídeos espectaculares, de sitios para visitar, de lugares que conocer, productos que probar y de cosas que hacer, pero nada conseguiremos si una vez llegado el turista no tenemos nada que ofrecer. Se hace necesario un trabajo conjunto desde las instituciones públicas y las empresas turísticas para ofrecer algo, algo por lo que merezca la pena venir a visitarnos y gastarse los dineros. Tenemos cultura, tenemos historia, tenemos monumentos, tenemos paisajes, tenemos fiestas, tenemos tiendas y un gran dragón azul dormido; en fin, tenemos recursos, pero apenas tenemos turismo.
El turismo cambia constantemente y el turista es cada vez más exigente y está mejor informado. Demanda calidad y excelencia en el servicio. Demanda experiencias diferentes, originales y auténticas. Hasta que no seamos capaces de ofrecer esto, seremos un pueblo dormitorio de los grandes eventos del Bajo Aragón y un pueblo dormido el resto del año.
Pero no todo va a ser negativo en mi discurso. Tenemos una oportunidad de darle la vuelta al asunto. El VI Centenario del Compromiso de Caspe está a la vuelta de la esquina, y miles de visitantes se acercarán a conocer nuestra localidad. En nuestras manos está el saber sacar provecho de la situación. Se va a hablar de nosotros, esperemos que mucho, y ese efecto llamada debería tener continuidad. Eso sólo se consigue planificando, trabajando y discurriendo. Recursos, personas e ideas. En un escenario ideal, los visitantes disfrutan, gastan, comentan y vuelven. En el resto de escenarios, se van a Alcañiz y al Monasterio de Rueda a dar vuelta porque no disfrutan, no gastan, comentan y no vuelven ni ellos ni sus vecinos.
El turismo no es espontáneo, se crea, se maquilla y se envuelve. Podemos tener todos los recursos del mundo, pero si no los ponemos en valor, de poco o nada nos servirán. O nos ponemos las pilas y se apuesta verdaderamente por ofrecer algo en este pueblo y en esta comarca, dedicando esfuerzo, tiempo y recursos, tanto desde la administración como desde el propio sector turístico, y también nosotros, los ciudadanos, los que mejor conocemos el territorio, los primeros comerciales de nuestro destino, divulgando y difundiendo nuestras bondades, o perderemos el tren otra vez.
David Gonzalvo Gargallo
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