Caspolineando (XXIV): En recuerdo de Julián Insa

En una rutinaria y fugaz visita al Archivo Municipal, leemos lo siguiente en lo que atañe a la sesión ordinaria del 24 de septiembre de 1941:

El director de la Banda Municipal de Música comunica que por trasladar su residencia a Mondoñedo es baja el clarinete de tercera clase Don Julián Insa Guiu, habiendo hecho entrega del instrumento. 

Una vez más, el inquieto gusanillo -sumado a un fuerte corporativismo musical- me conmina a iniciar la búsqueda de Julián. ¿Qué sería de él? ¿Cómo se ganó la vida? ¿Retomó su afición musical? No tardamos en encontrar a una sobrina nieta en Barcelona, de padre chipranesco y madre caspolina, dispuesta a responder a nuestras preguntas.

Julián, el primero por la derecha, en una romería de San Bartolomé

Julián Insa Guíu fue el pequeño de los seis hijos que tuvo el matrimonio formado por el sastaguino Tomás Insa, de profesión cantero, y la caspolina María Guiu Zaurín. Por delante de él, María, Paco, Manuel (famoso barbero de la Plaza España), Carmen y Tomás. Una de sus hermanas casó con un gallego, yéndose a vivir a un pueblecito del Ferrol. Allí pretendió Julián ganarse la vida, pero no sabemos muy bien el motivo, decidió quedarse en Caspe (o regresó tras una breve estancia por tierras gallegas).

Julián era un apuesto muchacho que se dedicaba a cobrar los recibos de la contribución, en frente de la Casa Barberán. Tenía novia. Josefina. De Chiprana. «Era costumbre por entonces pagar la quintada si ibas a cortejar a una chipranesca. A los quintos de ese momento, entre los que estaba mi padre, les pagó una botella de coñac», recuerda su sobrina. El domicilio familiar estaba en la calle la Balsa, junto a lo que hoy es farmacia.

De allí salió su séquito fúnebre el 19 de abril de 1950. Tras larga y penosa enfermedad, Julián había fallecido en la víspera. Tenía 27 años de edad. Siguiendo la norma de entonces, el cura y los monaguillos fueron a buscar al difunto a casa. La Banda de Música también le acompañó en su último viaje.

Tumba de Julián y de su madre, en el camposanto caspolino.

Como clarinetista de la Banda de Música, sirvan estas breves líneas de pequeño reconocimiento y homenaje a un compañero, en el día de nuestra patrona.

Alfredo Grañena Gavín

Informante: Pilar Barriendos

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