Castillos de Aragón: RUESTA

Póngase Vd. en el siglo VIII. Los árabes han sido derrotados en Francia y el Pirineo constituye la frontera septentrional del Islam. Por ser abrupto no funcionan bien con los caballos, y por ser pobre no interesa mucho colonizar. Así que hacen pequeñas fortalezas para cobrar impuestos y someter a la población y al llano se marchan que hay más marcha. Una de estas fortalezas es Ruesta. Situada en la confluencia de los ríos Aragón y Regal, dominando el Canal de Berdún. Sancho I de Pamplona la conquista y Sancho III el Mayor, también de Pamplona, lo reedifica. Al morir en 1035 divide su territorio, y Ruesta queda hasta hoy en Aragón, enfrente de Navarra.Se enfrentan a lo bestia en el XIII y entonces se mejora el castillo de Ruesta, que queda como ahora lo vemos, pero en nuevo. Soberbio, desafiante.

ruesta

Póngase ya en el XXI. Quedan dos torres: la del homenaje de 25 m. de altura con cuatro plantas interiores apoyadas sobre arcadas, casi cuadrada de 9 m. de lado y unida otra menor, todo con mechinales (agujeros cuadrados para sujetar andamios).El castillo es propiedad de particular ilusionado e ilusionante. Junto a este castillo de frontera fundado por musulmanes y refundado por los primeros aragoneses se fundó, se fundió y ahora se refunda la villa de Ruesta. El vecino embalse de Yesa inundó los campos en 1959 y Ruesta se despobló.La Confederación Hidrográfica del Ebro cedió Ruesta a la Confederación General del Trabajo en Aragón para su rehabilitación como lugar de turismo social.En 1993 se inauguró el primer albergue con 32 plazas.Dos años después otro albergue con catalogación turística para 44 plazas más.Pronto habrá otro con habitaciones con baño y restaurante en el palacio de los marqueses de La Cadena, casa El Chocolatero.Habrá (D. y CGT m.) Casa de Cultura con biblioteca y salón de actos. Ahora hay, entre ruinas de alucine, bar, restaurante y un camping para 273 plazas. Todo se llena en verano. El sindicato C.G.T. que tiene la cesión por cincuenta años, cuenta con 35.000 afiliados, pero sus instalaciones se abren a todo el mundo. Especialmente a peregrinos, porque Ruesta es Camino de Santiago, como pregonan sus ermitas de San Jacobo, de lo más antiguo de Aragón, y San Juan de Maltray, de lo más modesto y sugerente. El viajero encontrará mucha ruina, pero si tiene suerte podrá participar en cursos de música, percusión y danza africana que pone estimulante sonido de combate en esta nueva reconquista a los cristianos que lo han abandonado.

Texto: Miguel Caballú
Dibujo: Teodoro Pérez Bordetas
(Publicado en Heraldo de Aragón, el 8 de abril de 1999)
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