No sabemos realmente desde cuándo este bello paraje de la huerta vieja caspolina lleva esta sugerente denominación. Es un dato que no importa demasiado.
¿Quién no se ha tirado desde esas altas piedras para sumergirse en el gran clote que esconde el Guadalope? ¿Quién no ha llevado allí a unos amigos de fuera, o a un ligue, para disfrutar d el paisaje y la tranquilidad?
El salto de la cierva es un lugar emblemático en Caspe. De esos que no cal decir mucho, sino simplemente ir a verlo y disfrutarlo.
Además, esconde algún que otro secreto inconfesable relacionado con el pasado reciente de nuestro pueblo. Pero, evidentemente, al ser inconfesable lo dejaremos correr…
Roque
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