Anunciamos algo nuevo

El pasado jueves, día 27 de abril, con un anormal tiempo frío y lluvioso que invitaba a no salir de casa, celebramos la conferencia prevista en el Centro  Aragonés de Barcelona. El comentario entre los responsables del Centro y los conferenciantes, ante tan inesperado  desapacible día, era que nos podíamos dar con un canto en los dientes si los asistentes superaban la docena.

Pronto quedó claro que a los aragoneses no les asusta el mal tiempo, pues al comenzar el acto, a las 19.30 h, eran 51 las personas que nos escuchaban. Pocos minutos habían de transcurrir y ya se apreciaba con nitidez que el asunto suscitaba verdadero interés.

Un momento de la intervención de Miguel Caballú

Miguel y Antonio, Antonio y Miguel dieron rienda suelta a sus emociones y ofrecieron datos y razones para que todos los presentes conocieran, entendieran y evaluaran si ofende a la dignidad de los aragoneses, en general, y a la de los caspolinos, en particular, la conversión en cloaca de un río, el Guadalope, y la transformación de siete kilómetros de idílico paisaje en infernal paraje.

Se dio a conocer la solución, que pasa por desbloquear el proyecto que desde hace mas de cinco años acumula polvo en cualquier cajón del despacho de cualquier irresponsable político de turno. Nuestra voluntad, empero, es firme y decidida. En el peor de los casos, si no se atienden las razones éticas, morales y legales que nos asisten, siempre quedará la posibilidad de denunciar, si es preciso en Bruselas, el flagrante atentado a la naturaleza que se mantiene e incrementa desde hace más de medio siglo, con dejación total de la autoridad competente.

Caspe, la Ciudad del Compromiso, que dio cobijo al célebre fallo de 1412 por el cual se evitó una sangrienta guerra civil; la ciudad repleta de historias por contar (no todas agradables); la ciudad que, espoleada por un tejido social y asociativo envidiable ha conseguido en los últimos años llevar a cabo algunos retos impresionantes, como la construcción euro a euro de un precioso órgano de tubos para su Colegiata; Caspe, la ciudad que eligió Juan Fernández de Heredia, Gran Maestre de la Orden de Malta, para levantar una deslumbrante acrópolis medieval (castillo-convento-colegiata) en la cual reposar eternamente mecido por el rumor de las aguas del Guadalope y acompañado de la Veracruz, el segundo Lignum Crucis más grande del mundo. Caspe, merece, creemos, un trato JUSTO y EQUITATIVO. Nada pide, salvo lo que le corresponde: un río y un paisaje. Y no cejará hasta lograrlo.

 

Asociación de Amigos del Castillo del Compromiso

En Caspe, a 1 de mayo de 2017. Día del Trabajador

 

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