Ante los jueces congregados en el aula magna comparecen una vez más los embajadores del ya mencionado conde de Urgel, y entre ellos el también citado Matías Vidal, repuesto ya de su dolencia, quien expuso verbalmente diversas razones en defensa de los derechos del requerido conde en la sucesión a la corona.
Terminada la sesión, reciben los jueces, por conducto de un cursos, una carta-misiva del Parlamento de Aragón.