«No hay más que una educación, y es el ejemplo» Gustav Mahleer
Este es el aspecto que hoy, 9 de mayo, a mes y medio para la celebración del VI Centenario del Compromiso, muestra el decimonónico edificio del Ayuntamiento de Caspe.
Ya no entramos en el hecho de que debía haberse inaugurado en el 2007 -así lo manifestó en su día el por entonces edil de obras, Rafael Ballabriga-, aunque creemos que 5 años de retraso son como para que alguien pida disculpas a los contribuyentes. Pero lo que hoy nos mueve a espanto es lo zafio, descuidado y cutre del aspecto del Ayuntamiento: las banderas se muestran roñosas y aviejadas, los aparatos de refrigeración, sin ningún disimulo, en los señoriales balcones, goteando agua a la calle Mayor (que también es tema aparte), el cableado bien visible y aparente, las preciosas puertas de madera tallada -realizadas hace más de cien años por el escultor local Manuel Albareda- sin ninguna protección, rozadas, desgastadas y masacradas a balonazos y otras inclemencias.
¿Esta es la imagen que quiere ofrecer la Ciudad del Compromiso a sus habitantes? ¿Esto es los que van a ver los cientos de turistas que Caspe recibirá en los próximos meses?
Si es así, prefiero que celebren el Compromiso en la ciudad de al lado.
Roque Frau
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