Las Pléyades forman un cúmulo estelar abierto y están dentro del sector del cielo ocupado por la constelación de Taurus, se les conoce con los nombres de “Las siete hermanitas”, “Las siete cabritas”, “Las siete palomas” y muchos otros. A simple vista podemos ver desde 5 a 7 estrellas diminutas y muy juntas entre sí. Las Pléyades son conocidas desde la antigüedad y con buenos cielos algunos astrónomos de tiempos bíblicos contaron e identificaron hasta 9 estrellas.
Hay muchos mitos respecto a estos astros y yo trataré de resumir uno de origen griego. Se dice que las Pléyades eran siete hermanas, todas hijas del titán Atlas
y de la ninfa marina Pleione, los nombres de ellas eran, y aún lo son: Alcione, Mérope, Maia, Electra, Celaeno, Táygeta y Astérope. Eran siete ninfas muy bellas pertenecientes al cortejo de Artemisa, diosa de la caza y de la agricultura. A las Pléyades les encantaba la caza y pretendían permanecer vírgenes, pero debido a su singular belleza tuvieron muchos pretendientes, uno de ellos fue el gigante cazador Orión que las perseguía e intentaba violarlas, Zueus (Júpiter) también se enamoró de ellas y puso un gran toro entre Orión y las ninfas. Con el tiempo las ninfas cedieron a las pretensiones amorosas de tres dioses y también un mortal. Zeus, como siempre, fue el más exitoso y conquistó a Maia, Electra y Táygeta, de tal relación amorosa nacieron Hermes, Dárdano, Yasión y Lacedemon; Poseidón conquistó a Celaeno y Alcione, de su contacto con ellas nacieron Eufemo, Lico, Nicteo e Hirieo; Ares (Marte) sedujo a Estérope y con ella tuvo a Enomao; el mortal Sísifo se casó con Mérope, de tal unión nacieron Almo, Tersandro, Sinón, Ornitión y Glauco. Al observar a simple vista esas diminutas estrellas se nota que una es la más apagada, esa es Mérope y la causa de su escaso brillo es por la vergüenza que siente al ser la única de las siete hermanas casada con un mortal ya que las otras seis tuvieron amores con dioses del Olimpo.
Actualmente los astrónomos nos informan que la Pléyades son un cúmulo abierto compuesto por unas 500 estrellas a una distancia de alrededor de 430 años luz del Sol, nos dicen que son estrellas nuevas de apenas unos cien millones de años de edad y que pasados otros ciento cincuenta millones de años ya estarán muy separadas entre sí. En la astronomía actual se las conoce como M45 (Messier 45) y los nombres astronómicos son los siguientes:
25 Tauri (Alcyone), 17 Tauri (Electra), 20 Tauri (Maia), 23 Tauri (Mérope), 19 Tauri (Táygeta), 16 Tauri (Celaeno), 21 y 22 Tauri (Astérope). Los padres son 27 Tauri (Atlas) y 28 Tauri (Pleione).
El cúmulo se observa mejor con unos buenos prismáticos, porque se ve en su totalidad y además de las siete o nueve estrellas principales aparecen muchas más; se ve que hay unas rodeadas de nebulosas de gas, muchas de ellas son estrellas dobles o triples y las más luminosas son de color blanco azulado. Desde nuestra latitud aparecen por el horizonte este en septiembre, pero la mejor época para observarlas es entre los meses de noviembre hasta todo el mes de enero. Con luna nueva, sin luces de farolas y con cielo despejado es una experiencia inolvidable el poder ver, admirar y disfrutar de tal asterismo que la naturaleza nos pone a tiro de prismáticos.
Buenos cielos, ánimo y decisión para contemplar el cosmos.
Manuel Garcés Martínez
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