Día 24 de diciembre, sale publicada en el Heraldo de Aragón la siguiente noticia: la Hospedería Monasterio de Rueda cerrará sus puertas el 31 de enero….
Así es como los trabajadores nos enteramos de lo que va a ser nuestro futuro más cercano. Un buen regalo de reyes. Y una forma nada ética de dar la noticia, haciendo que pase desapercibida (por el día en el que se publica). 
Pasan los días y no conseguimos que nadie nos de una explicación del porqué y de qué pasará con nosotros. La empresa que gestiona el Monasterio nos comunica que no se hará cargo de nuestros despidos/finiquitos, ya que es el Gobierno de Aragón el que ha tomado la decisión y por tanto le corresponde a él ocuparse del asunto. Por nuestra parte, seguimos atendiendo a los clientes, con una sonrisa en la boca, como siempre lo habíamos hecho. Todos ellos nos dan su apoyo y están de acuerdo en que es una lástima que lo cierren así sin más.
Unos días antes de su clausura limpiamos toda la Hospedería de Rueda y tapamos todos los enseres, para que si el cierre se prolongase demasiado tiempo no sufrieran graves desperfectos. 
Llegado el día 31 a las 10 de la mañana nos reunimos todos los trabajadores para devolver las llaves y ver cómo se queda nuestro futuro allí. Comenzaba un largo camino de denuncias, manifestaciones, reuniones con partidos políticos…para pedir nuestra subrogación el día de la nueva reapertura.
Sacan un primer concurso, el cual queda desierto, y en el que nos incluían a los trabajadores para que la empresa que entrase nos subrogase. Después de este primer concurso, la DGA decide anular el pliego en el que se estipulaba la subrogación de los trabajadores. De esta manera, la empresa que se hiciera cargo de la Hospedería quedaría libre para poder elegir a sus trabajadores.
A día de hoy, la Hospedería se la han adjudicado a una UTE Valenciana, la cual abre a finales de agosto; ha estado haciendo entrevistas de trabajo, pero a los 12 ex trabajadores no nos han querido ni llamar ni darnos al menos la oportunidad de entrevistarnos, ver cómo somos, qué queremos y demostrar nuestra valía y experiencia en el sector.
La DGA comunicó que al menos el 70% de los trabajadores recuperarían su puesto de trabajo, pero creemos que esas palabras se las ha llevado el viento. Parece que al Gobierno de Aragón los antiguos trabajadores del Monasterio no le importamos lo más mínimo.
María Badesa Pérez
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