Un marco con cuatro fotos presidió la alcoba de mis abuelos desde que me alcanza la memoria (y supongo que más allá). Cuatro personas importantes para mi abuela Miguela: sus padres y dos de sus hermanos en edad militar. Vendida la casa, el marco fue a parar al trastero de una de mis tías, hasta que el año pasado me lo ofrecieron, sabedoras del mi interés por las fotos familiares. Atacado por la carcoma lo desmonté y añadí las fotos a mi álbum familiar no sin antes indagar en el quién y el qué de sus protagonistas. Pero la historia de Sebastián estaba borrosa en la memoria de los míos…
Muerto en la guerra. Fue el primer dato, y todos pensamos en la guerra que guardamos en la memoria, la más próxima. Cuando publoqué esta foto en una página de facebook dedicada a las cosas de Caspe, decidú subirla como primera aportación. La foto desencadenó una pequeña investigación entre varios miembros del grupo, yo misma sacudiendo la memoria de los míos logré el dato de que no murió en España. En África, apuntó otra persona de mi familia, y la emboscada que quedó grabada en el corazón de su madre, mi bisabuela, fue el último dato que pude aportar. De ahí tiraron del hilo, el uniforme entre otras cosas, acabó dando como resultado la guerra de África y el Desastre de Annual, que fue la tumba de 13.000 personas (aprox. 10.000 españoles). Muchos de ellos -tal es el caso de Sebastián- eran soldados de remplazo que tuvieron la mala suerte de hacer el servicio militar en el peor momento. El próximo lunes 22 se cumplirán 92 años del desastre. Nunca recuperaron su cuerpo, pero su historia no ha caído en el olvido.
Maribel Martin

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