Hoy nos centraremos en la campaña decorativa llevada a cabo entre 1775 y 1783 por los hermanos Bayeu y Goya.
En el verano de 1772, Francisco Bayeu “el Grande” vino a Zaragoza para recuperarse de algún problema de salud. Fue entonces cuando el tesorero de la Junta de Fábrica aprovechó para convencerle de la posibilidad de pedir una dispensa al rey para venir a pintar al Pilar. El encargo consistía en comenzar a decorar las dos primeras bóvedas de las ocho que rodean la Santa Capilla representando las advocaciones como “reina” que recibe la Virgen María en las letanías laurentanas del rezo del Rosario. En realidad son nueve pero se descartó la última, “Reina del Santo Rosario”, que no fue representada hasta 1948 por Ramón Stolz en la bóveda que se eleva a la entrada de la Vía Sacra.
En la cúpula “Reina de todos los Santos” podemos admirar a la Virgen en el centro de los cielos con San José a sus pies y toda una serie de santos que se distribuyen a su alrededor en un óvalo formado por nubes. En el centro de cada lado destacan San Lorenzo, San Jerónimo, San Juan Bautista y San Antonio Abad.
Lamentablemente, todas las cúpulas de los Bayeu se encuentran muy ennegrecidas y en un delicado estado de conservación. Especialmente, las tres de Ramón Bayeu. Lo que unido a la escasa luz natural que las ilumina, hace complicada su contemplación.