La Denominación de Origen de Cariñena se sitúa al sur del valle del Ebro, en la provincia de Zaragoza. Incluye 14.460 hectáreas de viñedos situados en 14 municipios que son cultivadas por 9.000 productores en una altitud que va desde los 400 a los 800 metros de altura. Es la Denominación de Origen más antigua de Aragón y una de las primeras de España, creada en 1932.
Tierras rojas y viñas desnudas. Fuente:http://www.docarinena.com/
Vino desde época romana.
El vino ha formado parte de lo que hoy es la comarca Campo de Cariñena desde época celtíbera. Se tiene constancia que en la antigua Carae, origen de la actual Cariñena, ya se bebía vino mezclado con miel hace más de 2.300 años. Así, la historia de este territorio no se entiende sin comprender la importancia de su producto estrella cultivado ininterrumpidamente durante más de dos milenios. El rey Fernando I, en 1415, ya incluía el vino de Cariñena y Longares en un proyecto de viaje a Niza que al final no se realizó.
Numerosos viajeros españoles y extranjeros hablan en sus escritos de estos vinos que, al igual que numerosos monarcas, disfrutaron in situ de los caldos. Felipe II, por ejemplo, fue recibido en 1585 con dos fuentes vino, “una de blanco y otra de tinto, de las cuales cada uno bebía quien tenía gana”.
Detalle de la vendimia. Fuente:http://www.docarinena.com
A finales del siglo XVII comenzó la regulación de la producción. Así, en 1696 se aprobó en la villa de Cariñena el llamado Estatuto de la Vid, con el fin de limitar las plantaciones en función de la calidad de la tierra donde fueran a ubicarse los viñedos. Es el germen de lo que, siglos después, sería la conformación de la Denominación de Origen.
A la lista de consumidores ilustres podemos sumar también al pensador francés Voltaire que, al recibir un envío del Conde de Aranda con vinos de su bodega de Almonacid de la Sierra, expresó: “si este vino es de vuestra propiedad hay que reconocer que la tierra prometida está cerca”. Era el año 1733 y las ideas ilustradas eran acompañadas de los ricos caldos cariñenses.
La garnacha y Cariñena
Y llegamos a una de las grandes estrellas de la denominación: la uva Garnacha. Se trata de una de las uvas tintas más extendidas en el mundo, que tiene en Aragón una gran implantación y desarrollo. Aquí se producen algunos de los mejores vinos monovarietales de Garnacha del mundo, ya que las condiciones climáticas lo permiten. Según datos de la Denominación, en el año 2015, un 32% de la producción fue de Garnacha tinta, seguida del Tempranillo con el 24% sobre una producción total de casi 110 millones de kilos, siendo el dato más alto desde que se recogen los datos en 1993.
La uva Garnacha es la más producida de la Denominación.
El reconocimiento de la Garnacha de Cariñena viene de lejos. En 1809, el escritor y viajero francés Alexandre de Laborde contaba como en Cariñena se hacía “un vino exquisito, particularmente conocido con el nombre de Garnacha”. En 1862, el también francés, Jean Charles Davillier escribió en su cuaderno de viajes que “el vino blanco de Cariñena, cuyo nombre se ve en todas las tiendas de vino de Madrid, merecería ser más conocido fuera de España, especialmente el que se obtiene de la uva llamada Garnacha”.
La llegada de los franceses.
Los franceses llegaron, de nuevo, a Aragón a finales del siglo XIX. Esta vez no eran los ejércitos de Napoleón, sino los vinateros galos que huían de la filoxera, la enfermedad que acabó con sus plantaciones de viñas. Así, importantes productores se asentaron en esta zona aragonesa, que desarrolló a partir de entonces una gran actividad mercantil y científica que conllevó, entre otras cosas, la construcción del ferrocarril de vía estrecha Cariñena-Zaragoza (inaugurado en 1887) y la introducción de mejoras en la calidad y novedades en las técnicas de producción. El rey Alfonso XIII, en 1909, otorgaría el título de ciudad a Cariñena por su trayectoria histórica y el ejemplar comportamiento de los viticultores cariñenses en la lucha contra la filoxera.
A finales del XIX llegaron vinateros franceses a estos campos.
En 1932 se crearía la Denominación de Origen y se inaugura la Estación Enológica de Cariñena, pero la Guerra Civil y sus consecuencias retrasarían la apuesta por la calidad hasta los años setenta. Y será en los ochenta cuando se dé el gran salto cualitativo en la elaboración del vino con la introducción de nuevos sistemas de cultivo, la inversión en tecnología y la adopción de nuevas prácticas enológicas.
Cariñena hoy
En 2015, los 109 millones de kilos de uva supusieron el año de mayor producción de la historia de la denominación, produciendo casi 55 millones de botellas. Según datos de la Denominación, un 72,50 % de esa producción se comercializa en el exterior, siendo Reino Unido, con más de 12 millones de botellas, el principal comprador, seguido de Alemania, Estados Unidos, Canadá, China y Rusia. Estos datos suponen llevar el nombre de Cariñena y Aragón por todo el planeta.
Pisado tradicional durante la Fiestas de la Vendimia.
Fiesta de Interés turístico regional
En este 2016, la Fiesta de la Vendimia de Cariñena cumple su cincuenta edición y ha sido declarada por el Gobierno autonómico de Interés Turístico de Aragón. Se trata de un evento que cuenta con una altísima participación de habitantes de la comarca y de visitantes en torno al vino. Este año, se celebrará el sábado 24 y domingo 25 de septiembre y la invitada de honor será la escritora y periodista Elvira Lindo.
Detalle de la Fuente de la Mora llena de vino.
Este año, se celebrarán actuaciones musicales y otras actividades lúdicas especiales durante todo el fin de semana en honor al cincuenta aniversario. Los momentos más especiales volverán a ser el pisado de las primeras uvas, el ofrecimiento del primer mosto al Santo Cristo de Santiago y el momento en que la invitada de honor encienda la Fuente de la Mora y comiencen a manar miles de litros de vino.
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