Sobresaliente actuación del Ayuntamiento de Caspe, que, a través de la Escuela Taller, ha restaurado la fachada de esta casa de la placeta de la Virgen, incluido el voladizo, única muestra de este tipo de arquitectura popular en Caspe. Merece el aplauso sincero y la felicitación entusiasta. O viceversa.
La pregunta que surge ahora es qué va a hacerse con dicho inmueble. De propiedad municipal, podría dedicarse a exposición permanente. No faltan caspolinos ilustres, ni sucesos históricos que merezcan ser tratados con la misma relevancia o el similar cariño que, por ejemplo, tiene José Iranzo en Andorra, donde cuenta desde hace varios lustros con una casa dedicada a ensalzar su figura y a estudiar la Jota. Ahí lo dejamos. Cuestión de discurrir un poco… y buscar financiación.
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