Pequeño triunfo. O grande. Cada cual que lo mire como quiera. Nosotros, desde luego, lo miramos con la íntima satisfacción de que se ha mejorado el que es posiblemente el rincón más bonito de nuestra ciudad.
Antes
Tal y como demandábamos en estos medios hace ya bastantes meses, este espacio necesitaba, después de que se pavimentara con adoquines mucho más acordes con el entorno, la guinda del pastel. Y por fin ha llegado, ya que la brigada municipal ha procedido recientemente a una actuación que ha conseguido relavar al piedra y camuflar los pegotes de cemento que afeaban un arco realmente extraordinario.
Ahora
Agradecemos al concejal de Patrimonio, José Manuel Jariod, su interés en sacar adelante esta demanda.
Por más que pensamos no se nos ocurre un mejor modo de empezar la semana. Bueno.. quizá si: con el anuncio de que se han soterrado los cables de la fachada de San Indalecio. Esperemos.
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