Castillos de Aragón: LARRÉS

Es la excelencia en castillos del Serrablo oscense. El mayor, el mejor conservado, el más conocido. En el siglo XI era una torre defensiva de las clásicas del Pirineo. En los siglos siguientes se amplió con otra torre y dependencias en torno a un pequeño patio central, convirtiéndose en castillo-palacio. Fue de los marqueses de Ayerbe, y de los Urriés. En 1983 los descendientes del larresano Sixto Belío lo donaron a la Asociación Amigos del Serrablo. ¡Ah, amigos, lo que han hecho! Es la excelencia en lo que se refiere a rehabilitación, pensada, cuidada, austera y respetuosa. Lo que eran ruinas, que pueden verse en fotografías en la planta baja, en tres años de restauración se ha convertido en un castillo útil. Se ha recuperado el envoltorio: torres, muros, puerta dovelada de acceso, saeteras, ventanas mirador, suelos de cantos rodados, escalera interior en la torre principal, el patio con arcadas apuntadas que se ha cubierto… Queda intervenir en la torre oriental. Las dos torres que eran defensa para repeler a los enemigos, hoy son publicidad para atraer a los amigos. Porque dentro, ya es hora de decirlo, está el único museo de España dedicado íntegramente al dibujo. Catorce salas, con 350 obras colgadas, de las dos mil que tienen en sus fondos. Un museo dinámico que cambia con frecuencia sus contenidos y se permite incluso hacer exposiciones itinerantes. En la entrada te recibe una pareja en hierro de Javier Saura, y dentro te sorprende la ingente cantidad de dibujos realizados en cualquier técnica, de autores fallecidos a partir de 1900. Es la integral del dibujo del siglo XX. Todo dibujo de los mejores autores.

larres

Excepcionalmente, una fotografía de Larrés original de Ramón y Cajal cuyos padres procedían de estos parajes, y la Medalla de Oro de las Bellas Artes concedida a estos Amigos con mayúscula. Es la excelencia en lo que se refiere a usos de lo rehabilitado.Larres tiene 47 habitantes y el Museo recibe once mil visitantes. Larres está a 912 m. de altitud y el Museo en lo más alto, en todos los sentidos. Lo reconoce la Unesco y lo aprecian sobre todo los foranos.Verbi gracia: extranjeros, catalanes y vascos disfrutan con el Museo, luego se pone morados en El Churrón con platos de caza en la temporada, setas en su tiempo y pollos de corral. Luego se meten por el valle de Acumuer que está virgen todavía. Llegan hasta el pueblo donde viven 3 personas y piensan ¡qué majo es Aragón! y ¡qué pocos aragoneses vemos… o lo ven!

 Les sobra razón y nos falta convicción, leñe.

Texto: Miguel Caballú
Dibujo: Teodoro Pérez Bordetas
(23 de diciembre de 1999)
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