Hace unas semanas nos felicitábamos por la estupenda restauración de una vivienda en la calle Fernando el Católico. ¿Lo recordáis?
Pues bien, ahora nos cambiamos de acera, porque justo la casa de enfrente ha sido objeto de una magnífica actuación en su fachada. Se ha sacado la piedra, se ha pintado con azulete aragonés toda ella y, por último, se han incorporado unos bonitos adornos en las ventanas. El resultado, como vemos, es realmente estupendo.
Solo nos resta agradecer a estos vecinos su buen gusto, que estamos seguros que redunda en un pueblo más agradable de caminar. Gracias!
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