Han comenzado las obras de la calle Doctor Cirac Estopañán, en el corazón de nuestra ciudad. La poca sensibilidad de nuestras autoridades nos llevó a que, no hace muchos años, se cubriera la calle con un frío e impersonal asfalto. Hoy se remodela integralmente, se cambia su sistema de desagües y, aprovechando, se dotará de un pavimento acorde. Nos dicen que será el mismo que se ha usado en la calle San Cristóbal (subida San Indalecio). Nos parece fenomenal. Es cierto que no volverán a subir caballerías por esa empinada costera, pero la calle merecía un mejor trato y recuperar parte del encanto perdido.
Sin restar méritos al Dr. Cirac, nosotros preferimos llamar a la calle «el empedrao», igual que lo hicieron nuestros padres y abuelos. Es un término que alude a un Caspe ya casi extinto, el de las caballerías y las corralizas, pero que, aunque felizmente hayamos superado, no merece caer en el olvido. Por ello, proponemos que se coloque una placa haciendo constar -del mismo modo que se hace en ciudades como Zaragoza- la antigua denominación de esta vía pública.
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