Y esta fue la vida y obra en Chile de D. Mariano Ros, otro caspolino.

Desde que conozco Caspe he oído y también he leído relatos acerca de caspolinos que por uno u otro motivo han tenido que ausentarse de su pueblo o ciudad natal. De esos relatos hay uno que me ha impresionado mucho, es el que está relacionado con la persona de D. Mariano Ros Zurigüel, este caspolino se alejó tanto de su pueblo natal que fue a instalarse nada más y nada menos que en Chile.

Según datos que se deducen de antiguas cartas suyas y de comentarios de sus familiares existentes tanto en Caspe como en Chile, se llega a la conclusión que esta persona añoraba su terruño, mantenía una regular comunicación epistolar con su familia, sentía interés por la cosas que sucedían en su ciudad de origen y esperaba venir a ver a los suyos, pero cuando se dispuso a hacerlo, después de 50 años de ausencia, su ilusión se vió truncada, ya que en el momento en el que avistó tierras españolas, su emoción y su alegría fueron tan intensas que su corazón no resistió y se le escapó la vida. Su cuerpo inerte continuó su viaje hasta Caspe llegando a reposar junto a los restos de su madre, quien había sentido mucho el alejamiento de este hijo.

Tumba de Mariano Ros en el cementerio caspolino

El señor Ros Zurigüel había nacido en Caspe el 24 de Agosto de 1884, sus padres fueron don Blas Ros y doña Cecilia Zurigüel. Siendo aún muy joven (alrededor de 22 años de edad) salió de su pueblo en busca de nuevos horizontes. Según una caspolina sobrina del señor Mariano Ros, este hijo de Caspe salió de polizón (lo dice en tono de broma), dirigiéndose a Zaragoza y de allí a Barcelona, disponiendo en el momento de su partida de unas diez pesetas que le prestaron unos amigos; es de suponer que aquella era una buena suma ya que el año en cuestión es posiblemente el 1906. Desde Barcelona, pasando por otros varios puertos y realizando diversas labores relacionadas con el mar, este caspolino arribó, por fin, a uno de tantos puertos de América del Sur, con bastante seguridad, un sitio de Brasil. De sus cartas puede deducirse que estuvo en Uruguay y en Argentina, de allí pasó a Chile, país donde con el correr del tiempo se casó y llegó a formar una numerosa y honorable familia. El sitio chileno donde el Sr. Ros se quedó a vivir con su familia fue Cartagena, un paraje de veraneo en el litoral de la provincia de Santiago. Está claro que sus primeros años en Chile los pasó en la capital de ese país, parece que en un principio las cosas no estaban bien allí y la suerte no le era favorable. Hay indicios de que estuvo asociado al CENTRO FAMILIAR ESPAÑOL y que pasaba apuros económicos. En una carta fechada en Santiago el 20 de Octubre de 1917, dice así:

“Les advierto que hoy 20 salgo de Santiago a Cartagena, pero no para Cartagena de España, sino para un pueblo que hay aquí en Chile. Voy a ver si me va bien con una cantina que voy a establecer en ese pueblo, es la época de hacer negocio por tratarse de un balneario, ya les escribiré como me trata la suerte”.

Esta carta estaba dirigida a sus familiares de Caspe. Por lo que se sabe, la suerte le trató bien, pues aquella cantina pasó a convertirse en un restaurante de categoría superior llamado “BALEARES” y que mejoró la situación económica del Sr. Ros y su familia. Por lo visto, en aquel paraje chileno se criaron sus siete hijos (tres varones y cuatro mujeres), uno de aquellos hijos, llamado Fernando, fue Alcalde de Cartagena de Chile durante varios años. El señor Fernando Ross (parece ser que allí se ha doblado la letra S del apellido Ros) ha venido a visitar la ciudad de Caspe y ha conocido a muchos de los familiares de su padre; por mediación suya se hizo efectivo un intercambio de presentes entre la municipalidad de Cartagena, en Chile, y el Excelentísimo Ayuntamiento de Caspe. De aquí se envió una imagen de la Virgen del Pilar y de allí llegó a este municipio una pieza de metal con forma de plato que tiene grabado en relieve el Escudo de Armas de la República de Chile. El año de este gesto amistoso entre las dos patrias chicas o ciudades de Don Mariano Ros Zurigüel, fue 1957, siendo alcalde en la Ciudad del Compromiso, D. José Garrido Sancho.

He aquí la historia de un caspolino ausente que ha sabido dejar bien visto el nombre de su pueblo en un lugar tan distante como es Cartagena de Chile, allá en la costa occidental de la lejana América del Sur. Creo que este caso es digno de admiración, pues se trata de un hombre que con muy escasos recursos económicos y solamente con una elemental escolaridad, propia de aquellos tiempos, fue capaz de vencer muchos reveses de fortuna para finalmente triunfar y ser algo en la vida. Todo no podía salir tan bien como él, sus familiares y amigos, tanto chilenos como españoles, esperaban; la muerte le sorprendió en alta mar el 19 de Agosto de 1956, cuando iba a cumplir ya los 72 años de edad y hallándose al final de su viaje entre Chile y España.

  Manuel Garcés Martínez

Nota 1. Este artículo fue publicado en su día en la revista Nuevo Caspe, anuario del Centro de Inicaitivas Turísticas, en 1981.

Nota 2. Un yerno del señor Mariano Ros Zurigüel también fue alcalde de Cartagena (de Chile), se llamaba Hernán Cartagena. Vino a Caspe con sus esposa (hija del Sr. Ros y de apellidos Ross Marchesi). Últimamente la familia de D. Mariano, ya naturales de Chile, ha crecido mucho tanto en el número de personas como en el mundo empresarial, y sigue radicada en Cartagena de Chile y tiene ramificaciones en EE.UU y México.

Caspe, 29 de enero de 2013

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