Caspolinos por el mundo. Una reflexi

Amigos: La geografía de ríos y montañas, de fronteras y mares, de kilómetros y altitudes, está cambiando. En un mundo caracterizado por la “humanización”, el individualismo, la personificación, cada vez tiene más importancia el estudio del territorio no por el paisaje orográfico e hidrográfico sino por el paisaje humano, por la presencia de las personas en el espacio. Personas determinadas en espacios determinados. Y hoy el espacio se agranda, rompiendo fronteras y saltando meridianos. Los mapas coloreados que estamos acostumbrados a ver son ya ficción científica. En algún país pirenaico los naturales del país son minoría, de igual manera que en algún pueblo cercano los rumanos son mayoría. Todos estamos en todos los sitios y todos hacemos patria donde estamos.

Creo que la Sociedad Civil, para que sea sustento estructural de nuestro vivir diario,  cada vez  se ha estructurar más en redes de personas interrelacionadas. Las redes sociales, no sólo electrónicas, definen los nuevos espacios globales del mundo intercomunicado. Internet ha revolucionado los conceptos, y un e-mail puede venir de la casa vecina o de las antípodas. El espacio virtual ha ganado la partida al espacio físico. Una moderna geografía, pensando en red, trataría de territorios comunicados, de espacios ocupados por personas cuyo nexo de unión sería no el valle, ni la costa, sino algún interés común.

Todo esto viene a que el concepto de caspolinos del barrio alto o el barrio bajo, de la calle Mayor o de la Cruz del Horno, va derivando porque el conocimiento, la vecindad, el roce, el contacto cada vez surge menos del entorno físico y se va afianzando la comunicación en la Red. La red une con más fuerza a dos amigos de Sebastopol y Cádiz por un poner, que la vecindad en una casa con ascensor en la que es difícil de coincidir en el portal. Su comunicación literal y gráfica es más fluida.

Debemos aprovechar de esta nueva situación para hacer piña con los caspolinos que hay por el mundo, muchos y muy relevantes. ¿Qué hay que conecte mas a la gente que el haber nacido en el mismo sitio? Aunque sea Caspe, mecachis, porque los caspolinos somos/son muy suyos. Donde haya un caspolino de una u otra forma estará Caspe. Estableciendo redes, estimulando el diálogo, aceptando las comparaciones, hablando con otros de otros sitios estamos rompiendo fronteras. Caspe se hace mucho más Pokies grande, porque  donde hay un caspolino puede estar Caspe.

Bueno, pues creo que ha llegado el momento de que se haga un fichero de “Caspolinos en el Mundo”. Los Amigos del Castillo del Compromiso ya mandan correos a sus socios, los amigos de la Pesca seguro que harán lo propio y lo propio harán los amigos de Assadic, los amigos de Sarabastall, dela Asociación de la MujerCaspolinao los amigos del Cecbac con los del círculo de sus intereses culturales.  Pero lo que propongo es sumar, un verbo que a veces falla en Caspe.  Sumar es importante en todo.  Es necesario que alguien, (“quien corresponda” que se decía en otros tiempos) tome la iniciativa y ponga en marcha con profesionalidad y trabajo este fichero de “Caspolinos en el Mundo”. Hay gente muy buena y grupos muy concienciados que podían entenderlo y ponerse en ello. Sería un regalo en el 2012.  Basado en la confidencialidad, por supuesto, y en el deseo de extender nuestro territorio de influencia, sin intereses políticos, partidistas, comerciales o espurios.  ¿Quién dijo que Caspe eran 530 Km2 de superficie? ¿Quién dice que Caspe son escasamente ocho mil personas?

El fichero estaría segmentado por campos de interés personal, por ciudades de residencia, por profesiones, por edades…  De tal modo que ante cualquier evento o acontecimiento podría movilizarse un ejército de caspolinos en todo el mundo. ¿Alguno se le ocurre pensar lo que agradecen los caspolinos en el exilio cualquier noticia que venga de su pueblo? ¿Puede llegar a imaginarse la fuerza que pueden desarrollar a favor de su pueblo los caspolinos residentes en Barcelona o Zaragoza o Úbeda? Hay gente buenísima en cargos muy relevantes que pueden y estoy seguro que desean ayudar al progreso y desarrollo de Caspe y a mejorar su convivencia y su futuro.  Hay que darles la oportunidad.

Sólo hace falta voluntad, buena voluntad, un ordenador y una entidad responsable. Lo demás llegará por añadidura. En estos momentos de incertidumbres y autoridades son más necesarias las ideas que las subvenciones. Y con buenos contactos llegaran unas y otras. Excelentes Caspolinos en el Mundo, haylos y contactar ordenada y sistemáticamente parece una obligación y  una necesidad. A ver si llegan ideas nuevas y refrescantes, desde otros puntos de vista que no sean los varios ombligos tan cerrados que condicionan nuestra convivencia cotidiana.

Miguel Caballú Albiac

Noviembre de 2011

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