Gracias a la web amiga de Cuatro Esquinas Caspe, descrubrimos este texto del recordado Mosen Antonio del Cacho y Tiestos en el programa de Fiestas de 1952
El CASTILLO DE CASPE
Programa oficial de fiestas de agosto, 1952
J. Antonio del Cacho
Entre los innumerables y preciosos castillos que hay como sembrados por todo el suelo nacional, sobresale el de Caspe por su importancia histórica.
Sobresale también porque los demás castillos sirvieron para guerras ofensivas o defensivas y solamente el de Caspe sirvió para traer la paz al Reino de Aragón y al mundo entero.
Por desgracia, también sobresale este Castillo de Caspe porque ninguno como él, ha sido tan injuriado y maltratado por los hombres.
Los caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, en recompensa a la eficaz ayuda que prestaron al Rey de Aragón Don Alfonso II en la reconquista de todo este extenso territorio, fueron hechos Señores de la Villa de Caspe por el mismo Rey en el año 1169, pero la entrega oficial no se verificó hasta el 1193, encargándose de ella el que era Castellán de Amposta, Don Armengol de Aspa.
El Castellán de Amposta, es decir, el Señor del Castillo de Amposta, era en el Reino de Aragón la mayor dignidad o Autoridad civil y militar de la citada Orden, bajo la Autoridad del Gran Maestre. En las localidades pequeñas había al frente un Comendador, y en las mayores, como Caspe, había un Bailío, con funciones administrativas y civiles.
Inmediatamente, los Sanjuanistas edificaron el Castillo, junto a la Iglesia principal, que ensancharon espléndidamente.
Hay algún autor que afirma, que los Sanjuanistas, al edificar el Castillo, aprovecharon una edificación romana, que existía allí mismo.
Cuando la paz era ya un hecho en el Reino, se vio que el Castillo no era edificio adecuado para la vida religiosa de los Sanjuanistas, y entonces, can el gran favor del Gran Maestre de la Orden Don Juan Fernández de Heredia. Tan célebre en la Historia y en las Letras, se edificó el Convento de la Orden, que ocupaba el solar en donde después se ha edificado el Grupo Escolar.
En las estancias de este Castillo tuvo lugar el hecho histórico capaz de inmortalizar a todo un pueblo y a todo un Reino entre todo el mundo. EL COMPROMISO DE CASPE. De allí salió la paz para todo el mundo en el 28 de junio del 1412.
Después de este hecho, el Castillo pierde toda su importancia, queda oscurecido; y comienza a sufrir pruebas de la mayor ingratitud de los hombres.
Su muy capaz iglesia estaba dedicada a Santiago. Su Salón principal o del Trono, pieza soberbia en que se celebraron los principales actos del Compromiso, carecía de escaleras; se subía a él por una muy estudiada rampa, por la que podían subir carruajes; su pavimento era piedra viva. Tenía preciosas ventanas cuadradas; y entre las ventanas escudos de armas, medallones muy artísticos, todo de piedra preciosamente labrada. En el interior de, ese gran Salón había grandes y ricos cuadros, con marcos sumamente artísticos. Sobre ellos corría un friso de mármol negro, con inscripciones en letras doradas, haciendo constar el Compromiso celebrado allí mismo.
Había otro salón precioso, en que había una gran chimenea de piedra, adornada con figuras y labores, escudos y medallones.
Los franceses ocuparon en 1809, el Castillo el Templo Colegial y el Convento, haciendo de los tres edificios un cuerpo de resistencia; destruyeron y robaron todo cuanto quisieron.
En la Guerra Civil también sufrieron los tres edificios inmensos daños, quedando ya el Castillo destruido del todo.
Algunas personas de viso, muy amantes de Caspe y de sus glorias intentaron realizar un supremo esfuerzo para salvar este Castillo de su última ruina y darle un destino adecuado a su importancia histórica: Museo y Biblioteca. Todo quedó en nada.
Y el Castillo también. Solo queda de su exterior un trozo informe de torreón descarnado; y de su interior, subiendo por unas escaleras peligrosas, una estancia de piedra sostenida por cuatro arcos ojivales, del siglo XIII, que debió ser la Capilla o Iglesia.
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