Desde Marrakech… Gracias!!

Mis padres, Luisa Tapia y José Luis Ricart llevan 28 largos años trabajando y viviendo en Marrakech (Marruecos), muy lejos de Caspe, su querido pueblo. Tantos años que, si me hubiera guardado 20 duros o 1 euro cada vez que la gente me ha preguntado “¿pero a tus padres cuánto les falta para volver a Caspe?”, probablemente podría haber comprado la mitad de todos los pañuelos de Caspe 2012. No exagero, llevo mucho tiempo contestando a esta enigmática pregunta…más del que mis propios padres se hubieran imaginado.

También, si hubiera hecho lo mismo cada vez que la gente me ha comentado “he visto a tus padres en Aragoneses por el Mundo”, se me ocurren unas cuantas buenas causas en las que haber colaborado con esos eurillos…

El caso es que ha pasado el tiempo, y las pesetas y los euros en vez de guardármelos me los he tenido que ir gastando en mucho teléfono, en muchos billetes de avión y en las muchas delicatesen caspolinas que les llevamos a mis padres para que se les haga más llevadero estar tan lejos de su pueblo.

Ya va quedando menos para que se jubilen y vuelvan a Caspe. Y cuando regresen, se me desatará el corazón de felicidad viendo a mi madre comprar estas delicatesen caspolinas sin tener que pasar por la constante tortura de meterlas en maletas. Estaré pletórica viendo a mis padres disfrutando de Caspe, orgullosos, todos los días del año, saludando a toda su gente sin tener que, al mismo tiempo, despedirse.

Ahora ya sólo cuento los minutos que faltan para volver a ver a mi padre acompañar a su Nazareno del alma. Llevo días soñando con que pronto pueda cumplir con su tradición y llevar a su nieto a la procesión de la Virgen de la Balma, igual que hicieron mis abuelos conmigo. Me encantaría que volviera a afinar su guitarra en la Escuela de Música. Deseo que acudan al Castillo para cientos de eventos y tengo muchas ganas de que en los próximos años mis padres puedan reconfortarse escuchando el Órgano de Tubos en nuestra preciosa y cuidada Colegiata, por lo que no han dudado ni un segundo en colaborar, como han hecho muchos otros caspolinos residentes en el extranjero.

Cuando vivan en Caspe, espero que lo que les falte sean horas al día para exprimir su pueblo. Estoy segura que de van a estar muy agradecidos.

Y es que Caspe tiene muchas razones por las que sentirse orgulloso: tiene Patrimonio, Arte Historia, Industria, Gastronomía, Mar, Agricultura, Música, Castillo, Semana Santa, vírgenes, santos y pronto Órgano. En realidad tiene lo más importante, que son sus ciudadanos, y los sigue necesitando. Ciudadanos con buena voluntad y ganas de sacar lo mejor de nuestra ciudad. Si algo tiene que durar siempre que sean la ilusión y el entusiasmo por nuestro pueblo.

Gracias Amigos del Castillo por acordaros de los Caspolinos por el Mundo que, como mis padres, echan tanto de menos su pueblo. Y gracias también por dejarme escribir estas líneas de agradecimiento hacia todos los que lleváis tanto tiempo haciéndome con todo vuestro cariño la enigmática pregunta y el divertido comentario.

Eva Ricart Tapia

Posted in Caspe 2012, Caspolinos por el mundo, Colaboraciones, Sexto Centenario

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